Conchas con nata, buffet en el Wings, el 68 , Tlatelolco y Nirvana.

El fin de semana mi novia y yo decidimos que era hora de regresar al restaurant Wings por unas deliciosas Conchas con nata, nos sorprendió ver que el domingo, el Wings se vuelve un restaurant familiar sin complejos y con un Gran Buffet, mucho fut, Pumas vs. América, te regalan una chela y un buffet gordo y grasoso. También hay frutita y yoghurt para rellenar ese sentimiento de culpa.

Después del desayuno-comilona y para suavizar nuestro enorme sentimiento de culpa, decidimos caminar, tomar el metrobus, el metro y perdernos en algún museo del Centro Histórico.

Compramos el Tiempo Libre, que se ha convertido en Tiempo Inútil, porque ya casi no muestra nada y Nelson Carro (uno de los críticos de Cine más mamones y respetados del país) ya no escribe.

Estaba la muestra de Heramientas de Tortura, y mi brujer casi me destruye con el tercer ojo de las mujeres que "todo lo ve" y que posee un rayo lasser que golpea la cabeza de cualquier hombre, la resaca de ese rayo lasser mental, es terrible: te hace sentir el hombre más tonto, morboso y suciote del planeta.
No entramos, me sentí cochino.

Seguimos caminando y llegamos a la Calle de Tacuba, saludamos al Café y bajamos por República de Guatemala, frente a las Ruinas del Gran Templo Mayor y pudimos oir gritos fantasmales aztecas, llorando por el peso y en susurros alcancé a escuchar: ...compra dólares. "

Ahí descubrimos que el Archivo de Fotografía se ha convertido en un museo con una estética como onda Burócrata Soviética de los 70s. Entramos y nos sorprendió las cosas coqutas que han montado.

Una exposición fotográfica del Chile de Allende, y posterior al Golpe de Estado y "suicidio" del mandatario socialista. Resorteras chilenas vs. M-1 americanas , reglamentarias del ejército chileno.

Arriba , en la planta alta, 68 INÉDITO: fotos inéditas sobre los momentos cruciales del 68. Estudiantes, mítines, el M.U.R.O y sus reuniones en la Plaza México...

Había un pequeño montaje fotográfico del mexicano Fernando Montiel Klint, llamado Nirvana. Ahí en medio de un sillón muy agradable, hundible, veía uno enajenado a gente más enajenada buscando el paraíso personal, abstraído, fuera de este mundo. Buscando la espiritualidad en este mundo-tiempo antiespiritual: drogas, agua, música, alcohol, gadgets electrónicos, la Web...

Después de salir de ahí, buscamos algo más grande que abordara el 68 y fuimos al Museo Memorial 68 abierto por instancias , al igual que el anterior por el GDF. Este museo se ubica en la antigua Secretaría de Relaciones exteriores en la Ciudad de Tlatelolco a espaldas de la Plaza de las 3 Culturas.

Ahí hay de todo de la época: que se veía, que se oía, videos mostrando a los antiguos líderes, arte pop, cultura popular, panfletos , mostrados cronológicamente hasta la Gran Marcha del 2 de Octubre.

Siempre se recuerdan cosas: hace mucho tuve varios amigos que vivían en la Unidad Tlatelolco, sus papás eran servidores públicos. La Unidad estaba planeada para funcionar como una Ciudad Independiente (como Ciudad Satélite, o Santa Fé, pero para clases c- ).

El costo de un departamento de lujo de esa Unidad (2 recámaras y 100m2) era de 500 mil pesos de 12.50 el dólar. Ojo, recordemos que en los 90s se le quitaron 3 ceros al peso. Así que si alguien es financiero o economista, que me diga cuánto costaría actualmente , era 1967. Mis amigos de Tlatelolco vivían en el área acomodada y siempre nos íbamos al área menos favorecida a jugar maquinitas contra los chavos de esa zona , que eran unos auténticos guerreros de los videojuegos. (Pac-man, Megaman, Karate Champ). Algunas veces ibamos a uno de los Cines que había en la Unidad, otras veces al Teatro a ver alguna obra para niños.

Caminábamos de regreso del Museo , mi mujer y yo , viendo los abandonados teatros y la decaída ciudad de Tlatelolco, el sol caía y yo estaba recordando muchas cosas de la infancia, camine y camine hacia el metrobús.

A las 7.30 pm abandonamos la otrora Ciudad Tlatelolco de departamentos de lujo de 500mil Viejos Pesos de 12.50 el dólar y un gran futuro para el México Desarrollado de los años 70s. Al mirar la perspectiva de los edificios, vimos un futuro curveado y poco firme como la tierra de lodo y plantitas sobre la que se edificó