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Un día me preguntaban unos alumnos , de una forma inocente al ver un video de BlackMetal ( ya saben, cruces invertidas, crucificados , sangre ) que cómo era posible que alguien considerara que eso estaba bien.

No soy teólogo para defender ninguna postura pero soy un melómano y ser humano, personalmente no es mi tipo de música porque refleja una angustia que ya he pasado siendo adolescente.

Las preguntas siempre han sido las mismas, ¿quién chingados soy? ¿estoy solo? ¿tiene sentido este rocanrol? (la vida).

Y ...bueno, probablemente no soy el mejor guía pero me puse a pensar un poco acerca de la soledad. La base misma del Black Metal y el Death Metal , son la soledad.

Los temas tienen que ver con las 3 preguntas arriba mencionadas. Llevadas de una manera poco estilizada, poco elegante, muy cruda pero simplemente es la angustia de la soledad extrema.

Todos esos géneros nacen en la Europa del Norte , o tienen sus mejores exponentes en esa área. Mucho frío, poca luz, mucha nieve, poco contacto físico pero mucho tiempo reflexivo.

Si lo ven desde el punto de vista del cine, toooodo el cine de Europa del Norte es extraordinariamente reflexivo, callado, meditativo, la muerte esta omnipresente en las temáticas y a nivel religioso ofrecen un puritanismo y austeridad extrema.

Chingá, imagínense vivir con poco sol , no es para menos. Uno quiere hacer fotosíntesis y el clima no ayuda, y las horas de sol son pocas.

¿Qué tan reflexivo?

Viaje en tren por el norte de Alemania, voy solito solito, aún no entiendo a los germanos, siempre están solos pero se les ve felices estando solos. Entra un tipo a mi camarote, un señor como de retrato antiguo, saco y corbata de moño, bigote germánico a full, chiquito con un pequeño rizo al final, lentes de cadena dorada...sólo le hacía falta el sombrero.

Se sienta, entra el camarero, le pedimos una cerveza. En silencio el camarote, me ofrece un cigarro en un inglés ultra-mega-marcado por ese barrido de la errrreeeeee.
Fumamos, silencio. Catedral de Koln a la vista, siguiente pueblo, Koblenz (el de las aspiradoras), Oberhausen (mierda, ¿dónde estoy?), él baja en Oberhausen.

Cuando toma sus cosas , se levanta y me dice: fue un placer pasar el tiempo con usted. Muchas gracias, encuentre su camino. (obvio yo estoy hecho pedazos porque en ese momento , crisis de la edad media, busco quién soy, a dónde voy, el sentido de lo que hago).

Maldita sea!, en este momento entiendo ese hablar criptográfico de los germanos, o más bien...no entiendo qué me quiso decir...creo que me quiso decir todo y no habló nada.

Puta madre.


¿Qué aprendí?

Una cosa primordial, el Metal no tiene la culpa que la gente se sienta muy sola.
Que todos los alemanes toman un montón de chela.
Que todavía hay románticos que se peinan el bigote.
Que debería planear mis viajes.
Que aún se puede fumar en los trenes europeos.
Que me caga que la gente hable y hable sin sentido.



Y bueno, la parte menos frívola:

Que no estamos acostumbrados a estar felices con nosotros mismos.
Que uno no debe vivir para los demás.
Que las palabras son un medio de contacto y de acercamiento.
Que a veces las palabras no dicen nada y nos alejan.
Que el silencio es un momento reflexivo.
Que el silencio dice mucho.
Que el silencio puede llenar el hueco entre dos personas.